divendres, 29 de maig del 2015

Teràpia amb MDMA


Actualment des de la MAPS (Multidisciplinary Association for Psychedelic Studies) s’està investigant la possibilitat de complementar la psicoteràpia amb MDMA, sobretot per danys emocionals causats per violacions, guerres, crims violents i altres traumes.


La principal prioritat d’aquest projecte és trobar una vessant clínica a la utilització de 3,4-methylenedioxymethamphetamine (MDMA) com a una eina en la teràpia dels tractament de l‘estrés post traumàtic (TEPT). Estudis preliminars mostren com la unió de la psicoteràpia combinada amb l’MDMA poden ajudar a la recuperació d’un TEPT. L’MDMA és coneguda pel seu efecte d’incrementar sensacions de confiança i compassió envers els demés, fet que crearia un estat ideal pel tractament d’aquesta dolència.

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En la teràpia assistida amb MDMA, la substància només és administrada en el context terapèutic a diferència de la majoria dels psicofàrmacs que s’han de consumir diariament i en molts casos durant anys.


Cal aclarir que que l’MDMA no és el mateix que l’èxtasi o simplement “M” que corre per les discoteques i festes. Aquestes substàncies procedents del mercat negre poden contenir-ne però freqüentment també contenen desconeguts i perillosos adulterants. En estudis de laboratori, l’MDMA pur s’ha comprovat que és prou segur pel consum humà amb les dosis i dispensacions adequades.


La MAPS està duent a terme una dura campanya per aconseguir 20 milions de dòlars per seguir investigant amb la substància i que sigui possible la seva prescripció mèdica a partir del 2021, es tracta de l’única organització del món que investiga aquesta possible aplicació terapèutica. Cal remarcar que la indústria farmacèutica no està gens interessada en la introducció de l’MDMA al món de la medicina ja que la patent de la substància descoberta per Alexander Shulgin té la patent caducada.

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Alexander Shulgin

Segurament, tal com ha passat amb tantes tesis d’estudiants de doctorat que s’han interessat per la vessant clínica de la substància, seran tallats de soca-rel. La indústria farmacèutica seguirà demostrant que li interessa molt més el lucre que la salut de la població.

dimecres, 15 d’abril del 2015

Comprensió és domini

Tornem al cap de gairebé un any, aquest cop amb el que vindrien a ser un parell de pàgines del llibre "Historia general de las drogas" d'Antonio Escohotado, on l'autor, en forma d'epíleg resumeix la seva visió de la responsabilitat a l'hora de realitzar un consum de qualsevol substància. Fet que es podria extrapolar a qualsevol rutina, diferenciant el vici (on hi ha gran part de voluntat) de la dolència (on l'atzar hi pot tenir més influència). L'autor demostra un cop més la seva lucidesa i sentit comú més enllà del tabú:

«Comprensión es dominio.»
G.W.F. Hegel

La cuerda que sirve al alpinista para escalar una cima sirve al suicida para ahorcarse, y al marino para que sus velas recojan el viento. Seguiríamos en las cavernas si hubiésemos temido conquistar el fuego, y entiendo que aquí, como en todos los demás campos de la acción humana, hay desde el primer momento una alternativa ética: obrar racionalmente -promoviendo aumentos en la alegría- y obrar irracionalmente, promoviendo aumentos en la tristeza; una conducta irreflexiva acabará haciéndonos tan insensibles a lo buscado como inermes ante aquello de lo que huíamos. De ahí que sea vicio -mala costumbre o costumbre que reduce nuestra capacidad de obrar- y no dolencia, pues las dolencias pueden establecerse sin que intervenga nuestra voluntad, pero los vicios no: todo vicio jalona puntualmente una rendición suya.

Otra cosa es que presentar el uso de drogas como enfermedad y delito haya acabado siendo el mayor negocio del siglo. Llevado a su última raíz, este negocio pende de que las drogas no se distingan por sus propiedades y efectos concretos, sino por pertenecer a categorías excéntricas, como artículos vendidos en tiendas de alimentación, medicinas y sustancias criminales. Una arbitrariedad tan enorme sólo puede estimular desorientación y usos irreflexivos.

Tras lo arbitrario está la lógica económica de dos mercados permanentes, uno blanco y otro negro. Esta dicotomía aleja la perspectiva de que el campo psicofarmacológico se racionalice alguna vez, con pautas de precio, calidad y dispensación que le quiten a las drogas -a las drogas en general- su naturaleza de puras mercancías. Salvo raros casos, como los vinos y licores realmente buenos, apenas hay productos de mercado blanco capaces de subsistir bajo condiciones de clandestinidad; sin embargo, al incluir los más deseables en el mercado negro se aseguran superdividendos para sucedáneos autorizados, mientras se multiplica el margen de beneficio para originales prohibidos. Otra cosa no explotaría a fondo las posibilidades del ramificado negocio, que juega con una baraja en la mesa y otra en la manga.

En nuestra cultura sólo el alcohol, el café y el tabaco se han refinado hasta niveles de artesanía, ofreciendo al usuario un amplio margen de elección entre calidades y variantes. Además de inducir continuas mutaciones genéticas, las bebidas construyen y destruyen, desatan ternura y desatan ira, acercan y alejan a los individuos de lo que son y de sus seres amados y odiados. Más modesto en dones -sin un Dioniso-Baco, generoso y cruel como patrono- el café despierta y apoya el esfuerzo de la vigilia, contrarresta el embotamiento vinoso y sólo pasa factura del insomnio, sumada a trastornos cardíacos, gástricos y hepáticos. El tabaco, quizá la más adictiva de las drogas descubiertas, sigue tentando a quienes lo abandonaron lustros y décadas después, presto a devolver esa imperceptible sedación/estimulación ligada a una coreografía de gestos y pequeñas servidumbres (encendedor, cenicero, paquete, una mano inútil por ocupada) que llenan los instantes vacíos de cada momento vivido.

A lo que aclaré en las páginas iniciales de este libro sólo puedo añadir que rechazar el Index farmacorum prohibitorum me ayudó en el camino del autoconocimiento y el goce, a veces mucho, aunque no lo bastante pronto como para rehuir algunos de los fármacos promovidos. Mi hábito son los cigarrillos; y si falta tabaco en lo antes examinado fue porque no me siento imparcial, sino vicioso. Como las demás drogas me resultan prescindibles, poseen un valor espiritual incomparablemente más alto.
Sólo hace poco comprendía que la nicotina es una droga esencialmente benéfica, eficaz para prevenir o mitigar varios males (entre ellos el de Alzheimer), cuyos efectos adversos no derivan de ella, sino de los alquitranes aparejados a ingerirla en forma de pipas, cigarros o cigarrillos, mediando una combustión.

Lícita o ilícita, toda sustancia capaz de modificar el ánimo altera la rutina psíquica, y rutina psíquica se confunde a menudo con cordura; vemos así que el abstemio acude puntualmente al psiquiatra para recibir camisas de fuerzas químicas -los decentes neurolépticos-, y la sobria dama a recibir como ansiolíticos unos toscos simulacros del opio. Sin embargo, no conozco catadores de vino que sean alcohólicos, ni gastrónomos que devoren hasta la indigestión. Lo común a ambos es convertir en arte propio una simple costumbre de otros.

A pesar de sus promesas y sus realidades, la actual bioquímica no puede por sí sola encontrar o recobrar la vida, como tampoco -o más bien mucho menos- pueden lograrlo la dietética o la gimnasia. Pero esa evidencia no la omite el proyecto de una ilustración farmacológica. La omite precisamente quien alimenta tinieblas, y en su cinismo sugiere como «paraíso» (culpable o inocente) alguna ebriedad. Caras de una misma moneda imaginaria, ni el paraíso ni el infierno hacen justicia a esa humilde pero real aventura de sufrir y gozar los deseos, a medio camino siempre entre la resignación y el cumplimiento.
La ilustración observa ciertos compuestos que -empleados razonablemente- pueden otorgar momentos de paz, energía y excursión psíquica. Su meta es hacerlos cada vez más perfectos en sentido farmacológico, y a quien los usa cada vez más consciente de su inalienable libertad. En otras palabras, su meta es la más antigua aspiración del ser humano: ir profundizando en la responsabilidad y el conocimiento.

dissabte, 8 de març del 2014

Pau Malvido (I)


Alucinados en masa, Pau Maragall
 
El següent article va sortir a l’Star num 26, el 1976. El tema central era la LSD, primer a Barcelona, els llocs, les minories que la van provar i desprès el festival de Granollers 1971, on es va manifestar massivament la psicodèlia. El Pau reflexionava sobre els tipus, la qualitat i els efectes de la LSD i el tall anfetamínic que portaven alguns àcids.





Alucinados en masa.

Alucinados en el sentido más literal: fascinados por imágenes, ideas, delirios y músicas psicodélicas. El LSD corría de mano en mano, rodeado de misterio y euforia. Los primeros grupos de hippies fumadores de hierba y chocolate, mezclados con grifotas, se vieron ampliados en número y en rollo por sucesivas oleadas de alucinados.

 La culminación y también el inicio de la desapa- rición de aquel ambiente hippi-grifota se dio a conocer con “Les Enfants Terribles”, antiguo bar de camareras, cerca de Conde del Asalto, que se modernizó y recogió toda la clientela hippi del Jazz-Colón. “Les Enfants” abrió en el 69 y tuvo un rápido auge. El dueño y la policía controlaban el asunto y la selección del personal era bastante rigurosa. Los “antiguos”, los veteranos del rollo, eran aceptados porque sabían mantenerse a ese nivel de equilibrio entro lo legal y lo ilegal que allí se requería. Gente que controlaba bastante el efecto de lo que hubiesen fumado o bebido y que estaban acostumbrados a hacer frente a cualquier situación de peligro fuese cual fuese su situación digamos espiritual, reaccionando con discreción, rapidez y serenidad. Los muy novatos también entraban porque su ingenuidad era garantía de no peligrosidad Los que estaban a mitad de camino, desmadrados y yendo a más aceleradamente, esos eran los más vigilados y los más desconcertados. 


Se habían lanzado ya al rollo y se encontraban con gente veterana por un lado, hermética, con secretos y complicidades sólidas y algo impenetrables, y por otro lado con jovencísimos demasiado verdes todavía para su gusto. Entonces enloquecían un poquillo, en parte por lo que llevaban encima y en parte para demostrar su nivel de pasada a los “antiguos” y a los novatos. En fin, el clásico rollo de buscarse un lugar dentro de un territorio nuevo, como pasa en casi todas las discotecas, sólo que allí todo era más alucinado. “El Indio” disfrutaba como un animal combinando músicas más y más enrolladas hasta conseguir el clímax entre el personal, entregado aun baile enrollado, personal, intransferible, íntimamente sentido y exteriormente alocado. Al “Indio” acabaron deteniéndole en el mismo local aunque no se pudo demostrar que traficase con droga allí. Todos guardamos un recuerdo agradable de la viveza andaluza psicodélica del Indio.

dilluns, 16 de setembre del 2013

Carta a la madre de un toxicómano

CARTA A LA MADRE DE UN TOXICÓMANO

No hay drogas buenas y malas,
sino usos sensatos o insensatos de las mismas.

Muy señora mía:
Comprendo y comparto sinceramente el sentimiento de impotencia que le impulsa a formar grupos de protesta y manifestarse por las calles pidiendo soluciones para un asunto que empeora cada día. Por eso mismo le propongo detenerse un momento a reflexionar, ya que no conocemos una cosa simplemente por padecerla en nuestra carne, sino cuando llegamos a entender de dónde nace.
A usted, la propaganda oficial le ha dicho que hay, por una parte, La Droga y por otra parte las medicinas de la farmacia, y por otra los productos vendidos en las tiendas de alimentación y los estancos. Unos llevan a la muerte, otros a la vida y los terceros son cosa distinta.
Me atrevo a sugerirle que ideas de este tipo sólo empiezan a parecer reales cuando decidimos creer en ellas. La heroína, que simboliza hoy el Mal, nos sirve de perfecto ejemplo. Es un opiáceo, y el opio fue usado como bendición de Dios por todos los médicos desde hace 4.000 años hasta hace unos pocos.
Sus derivados son, desde luego, drogas de delicado manejo. Fíjese, con todo, que mientras fueron legales no produjeron un sólo caso de sobredosis accidental, mientras ahora matan involuntariamente a cientos de jóvenes cada año; y fíjese también en que mientras fueron cosas decentes, puras y baratas sus consumidores eran gente mayor. Lanzada por la casa Bayer al mismo tiempo que la aspirina, su otro gran descubrimiento, la heroína se recomendaba hasta para calmar los nervios y la tos de los niños pequeños.
Querría hacerle ver, señora, que si esa sustancia resulta hoy diabólica es porque algunos venden lucrativamente infiernos a los demás, pero también porque en alguna medida la declaramos diabólica nosotros mismos, que no sabemos vivir sin un Satanás u otro y lo encontramos en terrenos tan neutros como la química. La tragedia ocurre cuando alguno de nuestros hijos —en la edad más difícil, cuando su carácter aún no se ha formado— deciden creer la fantasías de sus padres.
¿Por qué se la creen? Observe que no sólo tiene la fascinación de lo prohibido, sino una triste aunque innegable ventaja. Obtener el estatuto de endemoniados (colgados) les libera de ese aprender a sacrificarse y acumular para otros que marca el comienzo de la madurez, les libera de asumir responsabilidades por los actos propios. Sin darnos cuenta, al aceptar que existiera una sustancia capaz de anular diabólicamente la buena voluntad ofrecimos a nuestros hijos una coartada y un papel. Coartada para la falta de virtud y papel para la falta de paradero.
Hay algo que usted sabe y parece estar olvidando constantemente. A su hijo le cuesta 20.000 pesetas el gramo de unos polvos que —según declaraciones oficiales— tienen el 5% de lo que pretenden, cuando mucho el 10%. ¿Podría padecer un marido o un hijo alcohólico si —por razones de precio y pureza— sólo lograra beber al día de anís o coñac lo que cabe en un dedal de costura? Cuando le dijera que necesitaba el dinero de la compra o el del alquiler para conseguir su dedal de licor de cada día ¿qué le respondería? Y cuando le viera morir por beberse un centilitro de eso, ¿le echaría usted la culpa al anís o al coñác en general?
Dentro de su penosa situación, señora, le sirve de consuelo pensar que la heroína es algún tipo de cuerpo maléfico que basta mirar para quedar enganchado irresistiblemente. Su hijo, un pobre incauto, quiso probar nada más y desde ese preciso instante se convirtió en víctima justificada para robar o hasta matar, y desde luego para declararse parásito perpetuo.
Pero la heroína, que sienta casi siempre muy mal las primeras veces, no empieza a adiccionar antes de pasar dos semanas usando un cuarto de gramo diario (si lo duda usted, pregunte a un médico competente). E incluso entonces, la reacción de abstinencia no resulta más incómoda que una suave gripe durante un par de días. Para adiccionarse realmente se necesitan al menos dos meses de uso cotidiano. Por otra parte, lo más probable es que su hijo no conozca realmente la heroína, sino una forma tosca y rebajada de morfina, rebajada tan brutalmente que para poder depender a nivel físico de ella necesitaría casi cuatro gramos diarios, y usted sabe que no toma más de un cuarto, cuando llega a tanto; y yo le añado que si tomase la cantidad requerida para convertirse en un verdadero adicto moriría de inmediato por efecto del sucedáneo. Extraiga usted misma las consecuencias. El esfuerzo de las autoridades por crear algo diabólico ha desembocado en la aparición de un ejército dirigido por asesinos, aunque reclutado entre farsantes e ilusos, que, a cambio del estigma y el envenenamiento con matarratas y maizena compran irresponsabilidad. El sistema vigente impone lo uno y vende lo otro. Mientras las fuerzas del orden se desmoralizan, y mientras el estado de cosas enriquece a un grupo creciente de personas que viven muy bien de defender, tratar o reprimir un mal inventado por la prohibición, usted, yo y los demás cabezas de familia somos el público que paga.
¿Qué hacer?. Como los Estados prefieren seguir mintiendo, sólo nos queda defender la verdad en este asunto, tan recubierta de ignorancia e interesados mitos. La verdad, señora, es que no hay drogas buenas y malas, sino usos sensatos e insensatos de las mismas (como pasa con las armas de fuego, la energía nuclear y tantas otras cosas), que el uso sensato es infinitamente más probable cuando no hay mercado negro y que la ilegalización estimula toda suerte de abusos. La verdad es que no depende tanto de la (supuesta) heroína como de las condiciones impuestas a su consumo el que sea un vicio pagado con una abyecta vida y una abyecta muerte. La verdad es que había mil veces menos adictos-delincuentes cuando los médicos podían recetar opiáceos. La verdad es que curar la heroinomanía con metadona es como curar al alcohólico de whisky con ginebra y mucha hipocresía. La verdad es que el remedio puesto en práctica está agravando la enfermedad con ofertas de nuevos planes que son caricaturas del más fracasado y viejo, pues la receta de aumentar los castigos —incluso aplicando el de muerte— sólo logra encarecer aún más el producto, aumentando el negocio y consiguiendo que sea vendido por menores de edad, únicos irresponsables a nivel penal.

Coartada
Fíjese que tampoco sirve proponer subvenciones y empleos a las personas por el mero hecho de declararse heroinómanos. Estas medidas estimularían inmediatamente a muchos pobres, parados e infelices a poner los medios para declararse tales, multiplicando la cantidad de personas acogidas a la coartada y el papel de irresponsables víctimas. A usted y a mí nos queda el consuelo de pensar que el asunto es planetario. Pero el mal de muchos no dejará de ser consuelo para tontos. Nuestros protectores corrompen la sociedad en nombre de la salud pública, permitiendo que se venda basura a precios astronómicos, creando cofradías draculinas que dan de comer a mangantes y criminales y fundando una casta a quien la policía protege bajo la categoría de confidentes, aunque en privado les llame gusanos, por aquello de hacer posible una pesca. Es esa canalla quien controla hoy el mercado de todas las drogas ilegales.
Ya verá usted cómo en las próximas elecciones todos los partidos le piden el voto con grandes promesas, después de apoyar hace poco en las cortes aquello que hace crónico el actual estado de cosas. Quizás le he dicho cosas que preferiría no saber, que apartaría como fuere de su mente. Pero me pregunto si quienes le dicen lo que querría oír no serán quienes defienden la auténtica causa de sus desdichas.

Antonio Escohotado
El País, 23 de mayo de 1988.

dimecres, 24 de juliol del 2013

Les benevolències de l'alcohol

En èpoques desinhibidores com l’actual, de cels clars, vespres tardans, humitat atmosfèrica, canícula, musiqueta en viu i de carrer, resulta inconcebible no sucumbir a una cerveseta escumosa, a un blanc gèlid, a la caipirinha de les set de la tarda, sobre un ‘perit bru’, després d’una ració de platja, o a aquest gintònic on the big, big rocks de mitjanit.
Doncs bé, tot i el risc precís de tallar d’arrel al personal, em faig ressò de la croada que ha emprès un grup de científics de tretze països, alertat pel consum exorbitant d’alcohol al Vell Continent. Si ens sembla que al Carib es posen tebis de rom o els australians de birres, és que veiem doble. Europa, atenció, pimpla el doble d’alcohol que la resta de la mitjana mundial, embeguda, diuen els experts, per la cultura del Nord de la Mediterrània.
L’estudi, finançat per la Comissió Europea i batejat com a ‘projecte Amphora‘, ha estat coordinat per un català, Antoni Gual. El prestigiós metge és el cap de la Unitat d’Addiccions de l’Hospital Clínic de Barcelona i, també, el responsable que, fa uns dies, quan em raspallava les dents davant del mirall, els seus arguments coagularan el ‘Sensodyne’ a la meva boca. Cito textualment. “Hem estudiat durant un any l’ús que feien d’internet un grup de xavals de catorze anys i quina visió tenien d’espectacles esportius esponsoritzats per begudes alcohòliques. Hem comprovat que quan s’incrementa la visió on line d’aquests anuncis, augmenta un 20% el seu consum d’alcohol al cap d’aquest any i, també, que, com més trobades patrocinades per aquestes marques veien, el seu consum d’alcohol augmentava un 7% “.
Continuo. Agafint-se els mascles, que ve corba. “La gent no sap que l’alcohol és un potent cancerigen. Tant és així que el 20% de les defuncions està provocat per l’alcohol a través de diferents tumors. Un bevedor europeu, d’entre 15 i 65 anys, pren cada dia una mitjana de 30 grams, el que suposa una dosi 320 superior al límit fixat per les autoritats sanitàries per deslligar l’efecte cancerigen “.
Cadascú, només faltaria, es fa l’harakiri com vol. Fins i tot, educa com li dicta la seva consciència, el seu temps disponible o els seus remordiments. No obstant això, quan s’aixeca el colze a costa d’un altre, la cosa canvia dràsticament. Una altra ràfega del doctor Gual.
“El 40% de les persones empresonades van cometre el delicte que li va posar entre reixes sota els efectes de l’alcohol”
“En el 50% dels homicidis, l’executor o la víctima anaven passats de beguda”
“Gairebé cinc de cada deu casos d’abusos familiars es desencadena a causa de l’alcohol “,” Darrere de l’absentisme laboral dels dilluns està gairebé sempre l’alcohol “
” El 90% dels accidents de trànsit provocats per l’alcohol té lloc entre dos i cinc quilòmetres del lloc on es va prendre “.
Vaja,  bevedors passius que es converteixen en cadàvers, maltractats, violats, ganduls amb ressaca o tetraplègics.
Per si algú està pensant en les presumptes bondats cardiovasculars de l’alcohol, el doctor Gual prem el sifó de la soda. “Per cada 15.000 morts que eviten les propietats cardioprotectores de la beguda a Europa, 138.000 ciutadans moren cada any any a causa de l’alcohol”. O sigui, que desapareix sencera una ciutat com Lleida. Així el percal, sembla més que raonable que els pares de ‘Amphora’ hagin posat els bisturís en alt per extirpar el copeo desaforat, igual que es va fer fa set anys amb els mals fums. Cheers!

Font: Periferics.cat

dissabte, 15 de juny del 2013

Somnibus



Una parella francesa ha ideat un hotel que es mouDivuit còmodes lliteres, instal·lades en un autobús equipat amb un lavabo i una mini-caixa forta per als objectes personalsformen el dormitori mòbil únicel qual  s’aparca a prop d'un lloc de celebracióper a donar confort per a passar la nit als convidats i sortir l'endemà.







Tornar a casa després de sortir de festa pot ser una mica complicat per l'aspecte que "si beus no condueixis" i també perquè és difícil posar en pràctica això de no prendre cap copa durant una festaAquest lema també es repeteix en els països de la Unió Europeaperò els nostres veïns francesos han pensat en donar-li un altre enfocament a l'assumpte creant el " somnibusun autobús en què podràs dormir la monamentre et porten de tornada a casaAquesta idea l'ha tingut Lawrence i Geraldine Vandersnicktuna parella procedent d'Aquitàniaal sud-oest del país.

Concretament l'autobús-hotel viatja els dies festius i permet als seus ocupants no córrer el risc de posar-se al volant o no haver d'agafar una nit d'hotel. En el seu interior estan instal·lades divuit còmodes lliteres i petites caixes fortes per dipositar objectes personals com el mòbil o els dinersPerò això no és totperquè a la part posterior de l'autobús hi ha lavabos amb distribuïdors de raspalls de dents i tovalloletesL'autobús es lloga en complet per un preu de entre 390-590 euros per nitdepenent de la temporadaSinó també hi ha l'opció de fer un contracte per quilòmetres a 1.50euros el quilòmetre.
 
El primer prototip d'aquesta peculiar manera de transport va ser presentat a principi d'abril i de nou tornarà a presentar-se a Bordeus aquest cap de setmana (27 i 28 d’abril)De moment sembla que la idea ja  més d'un adepte i s'han tancat 10 contractacions entre maig i junyEls seus creadors han explicat que tenen pensat seguir adquirint fins a cinc autobusos per donar-los un enfocament més luxós on s'instal·laria un llit nupcial o una dutxa entre altres coses. Caldrà esperar una mica per veure si aquesta moda arriba a Espanya?

(Elena Lozano).

dilluns, 20 de maig del 2013

Datura stramonium

Definició.
L’estramoni (Datura stramonium) és una planta tòxica de la família de les solanàcies, abundant en zones temperades de tot el món. Creix en zones càlides eutrofitzades, com  ribes de rius, estables, femers, i abocadors. S’adapta a qualsevol tipus de sòl, essent més vigorosa en els humits amb nitrats abundants. Entre les substàncies constituents s’hi troben alcaloides tropànics, que en petites quantitats són tòxics o estupefaents, com  l’atropina,  la hiosciamina i l’escopolamina, caracteritzats per provocar reaccions anticolinèrgiques i en quantitats majors, causen síndrome atropínic.


Usos.
Aplicada externament, s'utilitza com a anestèsia local. Pel que fa a l’ús intern s'utilitza per tractar els espasmes de la musculatura llisa i calmar el SNC (espasmes estomacals, epilepsia a més que també disminueixen les secrecions mucoses dels pulmons).
Constitueix, juntament amb el metel (Datura metel) una font per a l'extracció de l’hiosciamina, un alcaloide semblat a l'atropina, que s'utilitza per al tractament del dolor.
A causa de les al·lucinacions que provoca també s’ha utilitzat en rituals xamànics o màgics des de fa mil·lennis, tenint constància del seu ús en l'antiga Roma en els rituals de culte a Bacus, o en l'Edat Mitjana als aquelarres.


Polèmica.
Diversos mitjans d'informació van definir l’estramoni com una nova droga que s'estava posant de moda entre els joves. Ràpidament des d’Energy Control es va desmentir tal afirmació, ja que en tots els anys que ells porten treballant en ambients festius no han detectat la seva presència ni que el seu consum s'estigui popularitzant. Van afegir, a més, que les possibilitats que això succeís eren inexistents, doncs els efectes desitjats que s'obtenen després del seu consum són escassos (les al·lucinacions solen ser desagradables i de difícil maneig) i compten amb massa efectes adversos (arítmies, convulsions, etc.). Des d’EC aclareixen que: “Les accions destinades a l'erradicació de la planta o la fiscalització dels seus principis actius no contribueixen a l'objectiu final i que creiem comú: evitar que aquests casos es repeteixin, amb estramoni o amb la propera substància que aparegui qualsevol dia en qualsevol lloc.”

Aquests mateixos mitjans també van intentar escandalitzar a la seva audiència, afirmant una vegada i una altra que el consum d'aquesta droga podria ser mortal. De nou es van equivocar, ja que van relacionar massa ràpid les morts dels joves amb el consum d'aquesta substància, la qual evidentment va influir en el tràgic final, però no va ser ni des de lluny determinant. També va haver aparèixer el doctor Santiago Nogué, Cap de Toxicologia de l'Hospital Clínic de Barcelona, desmentint tal fet, i afirmant que: “És un producte que, efectivament, sí que accelera el ritme cardíac, que té efectes anticolinèrgics. Però no és un producte que per si sol pugui causar la mort. A diferència de la cocaïna, de l'heroïna, o de les anfetamines, que si que poden causar la mort, en el cas de l’estramoni es necessiten més coses perquè una persona pugui posar en risc la seva vida prenent-la. Ha de ser una barreja de, per exemple, cocaïna i estramoni, anfetamines i estramoni o alcohol i estramoni.”


També n’opina el mateix en Xavier Samper, sotsdirector de l'Àrea de Salut Mental de l'Hospital Sta. María. Segons ell: “En condicions úniques, l’estramoni no és una planta més perillosa que la marihuana, però en altes dosis i barrejada amb altres drogues, pot portar complicacions”.

I efectivament és així. Els anàlisis que es van realitzar en l'autòpsia dels joves morts van mostrar que havien consumit alcohol, speed, cocaïna, i a més, estramoni.
Tot i així, si les autoritats s'obstinen a acabar amb l’estramoni perquè cap altre curiós pugui experimentar els seus efectes, ho tindran difícil, segons afirma Jordi Recasens, catedràtic en botànica de la UdL, doncs “És una planta silvestre que creix a tot arreu, reproduint-se amb facilitat. Les seves llavors poden romandre en el sòl durant anys sense germinar. És impossible que l'acabin erradicant per complet“.